Los derechos humanos de cuarta generación son los derechos que garantizarán las nuevas necesidades del individuo de la sociedad de la información. Derechos, por ejemplo, que garanticen el universal acceso a las TICs, la libertad de expresión en la red, la libre distribución de la información y conocimiento, y además derechos que atiendan un conjunto de necesidades que aún no son fácilmente visibles producto de “realidades virtuales” y un mundo cada vez más interconectado o globalizado.
Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y su cada vez más rápido perfeccionamiento y divulgación han revolucionado las relaciones sociales y económicas de la humanidad, tal y como lo hiciera la imprenta o la industria en su momento. Como señala Ortega Martínez “Las TIC están engendrando un nuevo sistema económico y social donde la producción, procesamiento y distribución de conocimiento e información constituye la fuente fundamental de productividad bienestar y poder”. Lo que está generando nuevas formas de organización social y de producción.
Por otro lado, si entendemos la ciudadanía como la condición del individuo para el ejercicio de derechos y deberes al interior de un determinado grupo de individuos (Estado, unidos por diferentes factores como el territorio, pasado común y sentido de pertencencia; y, sobre todo, regulado por un conjunto de normas aplicadas a todos y todas las personas que conforman este grupo o Estado. Entonces, es todo un reto compatibilizar la sociedad de la información a este concepto de ciudadanía, ya que esta nueva sociedad, globalizada, no está unida por una nacionalidad, ni por una raza, o lengua sino por interes comunes. Se están creando “sociedades virtuales” radicalmente distintas a las tradicionales, donde muchas veces no se podrá aplicar instrumentos jurídicos tradicionales. Entonces, existe la necesidad de derechos humananos que no dependan de nacionalidades, territorios o la regulación de un Estado para su aplicación, según Ortega el fin último de los derechos de cuarta generación obedece a la necesidad de concebir a la humanidad como una sola familia.
El paso hacia una sociedad de la información crea la necesidad de normas y políticas públicas que guíen este proceso hacia el bien común. En un mundo real es más fácil poder señalar cuáles son los problemas de una sociedad (hambre, enfermedades, discriminación, censura, etc) en el espacio virtual las problemáticas suelen estar invisibilizadas, pero existen, los más evidentes puede ser las limitaciones de acceso a las TICs, por razones económicas, políticas, culturales, etc; la protección de la vida privada, el control de la información, la censura, etc.
Finalmente, sólo como dato, según encuesta del instituto de estadistica peruano, INEI 2011, en la ciudad de Lima el 64% de las personas con nivel básico de estudios acceden a las TICs frente al 98.1% de personas con nivel superior de estudios. El 37% de personas con educación secundaria acceden a internet frente al 80% de las personas con educación superior. El 71% de hombres acceden a internet para actividades de entretenimiento frente al 56% de mujeres que acceden por la misma razón.